¿Cuán importantes son las relaciones sociales en las personas? ¿Qué son las habilidades sociales? ¿Qué nos aporta tener un grupo de amigos? ¿Qué pasa actualmente con las redes sociales?

Estas y otras preguntas nos planteamos a la hora de trabajar el área de relaciones sociales con nuestros chicos.

Allá por 2002 los autores Schalock y Verdugo definen la calidad de vida en las personas con discapacidad intelectual. Pero, para que todo el mundo lo entienda podemos decir que la calidad de vida se puede definir como aquello que le es propio al ser humano, es decir, tener calidad de vida implica tener una vida de calidad. Tomando como referencia las dimensiones establecidas por Schalock, que son ocho, estructuramos nuestros programas, creyendo firmemente que todas ellas tienen posibilidad de mejora en cualquier persona y trabajamos desde diferentes áreas.

NUESTRO TRABAJO

En el caso de las habilidades sociales, trabajamos desde la dimensión de desarrollo personal, el programa de relaciones sociales. Podemos establecer los objetivos generales de este programa en dos:

1) Dotar de las herramientas necesarias para la mejora de la competencia social a través de la adquisición y mantenimiento de las habilidades de comunicación e interrelación, de modo que se favorezca la autonomía e interacción adecuada con el entorno.

2) Profundizar en las raíces cognitivas, afectivas y conductuales desde el marco de la inteligencia emocional, destacando y reforzando el buen comportamiento y descubriendo las carencias como un reto a superar, desde el enfoque del apoyo conductual positivo.

Al establecer estos ítems, no queda duda de la importancia de este aspecto, pero vayamos más allá, ¿qué piensan las personas con DI que son las habilidades sociales y para qué nos sirven? Al plantearles esta pregunta, algunas de las respuestas que obtenemos son:

FALR: “Habilidades para practicarlas en la sociedad, en la calle, con la gente. Son importantes para integrarnos en la sociedad”.

JAGG: “Habilidades que tenemos para poder funcionar día a día y relacionarnos con los demás”.

APR: “Desenvolverte en la sociedad y si tienes algún problema, arreglarlo bien”.

JMAR: “Relacionarse con la gente, con la sociedad”.

RAGM: “Hacer amistades, hablar con la gente, saber cuándo te metes en líos”.

AJGC: “Conocer gente nueva”.

Como vemos, la idea que transmiten de este aspecto, aunque reduccionista, implica desarrollar las habilidades tanto de relación como de comunicación necesarias para mantener relaciones sociales óptimas basadas en la empatía, la acogida, el respeto, una escucha activa, el autocontrol, el respeto del turno de palabra, la asertividad, conductas de amabilidad y cortesía, etc., además de generalizarlo a contextos sociales y familiares, extrapolando los aprendizajes.

Dado que en muchas personas con discapacidad intelectual se da una necesidad de apoyo en esta dimensión, una de las demandas importantes de este colectivo es la de tener amigos. En algunos casos, será tener personas con las que contar en el día a día, en la rutina y dinámica de la residencia, y, en otros, de poder hacer planes con personas más allá de los muros del centro.